En nuestro país y en el mundo, los cultivos de agave y cocotero son cada día reconocidos por los productos que nos ofrecen como tequila, mezcal o agua de coco. En México hay aproximadamente unas 120 mil hectáreas sembradas con agaves y 128 mil hectáreas de palmas de coco (SIAP 2019), lo cual genera un desarrollo económico importante para el país. Sin embargo, los rendimientos y beneficios económicos de los cultivos antes mencionados pueden ser seriamente afectados por plagas como el picudo del agave Scyphophorus acupunctatus (Coleoptera: Dryophthoridae) y el picudo negro del cocotero Rhynchophorus palmarum (Coleoptera:Curculioniadae).

El picudo del agave es una de las principales plagas de los agaves en las zonas productoras de tequila y mezcal. Los daños pueden ser directos al realizar galerías en el interior de las piñas de agave por las larvas y adultos, e indirectos al ser transmisores de bacterias fitopatógenas que producen la pudrición del cogollo del agave. Por otra parte, el picudo negro del cocotero realiza un daño parecido que el picudo del agave al construir galerías en el interior de las palmas de coco y ser un vector del nematodo fitopatógeno Bursaphelenchus cocohilus que provoca la enfermedad del anillo rojo de las palmas. En ambos casos los picudos matan a las plantas por los daños a los tejidos y por los fitopatógenos que transmiten. Un aspecto importante de la biología de los picudos es que la mayor parte de su ciclo biológico se encuentra en el interior de los agaves y las palmas, y solo los adultos salen a colonizar nuevas plantas.

Actualmente, para reducir las poblaciones de larvas y adultos de los picudos se aplican insecticidas de diferentes ingredientes activos sobre las plantas. Sin embargo, la eficacia de los insecticidas sobre los picudos ha sido variable, en parte porque muchos de los insecticidas no llegan al interior de las plantas donde se encuentran las larvas.  Aunado a lo anterior, el uso de insecticidas como único método de control ha provocado un alto impacto al medio ambiente y a la salud de los trabajadores agrícolas, sobre todo por los residuos que se generan durante y posteriormente de la aplicación de los insecticidas. Existen otras alternativas de control de los picudos como: el control cultural (derribo y eliminación a tiempo de palmas y agaves infestados por los picudos), control etológico (uso de trampas cebadas con tejido de las plantas impregnadas con insecticidas y feromonas de agregación para capturar a los insectos) y el control biológico. En el control biológico se utilizan los enemigos naturales de los picudos para regular las poblaciones de los insectos en las parcelas de agave y cocotero. Dentro de los enemigos naturales que se pueden utilizar están los insectos parasitoides y depredadores; virus, bacterias, nematodos y hongos entomopatógenos. La estrategia con el control biológico es regular las poblaciones de las plagas de tal manera que la densidad de los insectos no afecte el rendimiento de los cultivos agrícolas, a diferencia del control químico, que ha sido dirigido a eliminar las poblaciones de las plagas en los agroecosistemas.

En este contexto, en el Laboratorio de Fitopatología y Entomología de la Unidad de Biotecnología Vegetal del CIATEJ subsede Zapopan al cual pertenece el Dr. Gabriel Rincón, la Dra. Eva Quiñones y el Dr. Jhony Navat Enriquez, se está desarrollando investigación para el control biológico de los picudos con hongos entomopatógenos (HE). Los HE son agentes de control biológico que encajan con los nuevos requerimientos de los productos fitosanitarios amigables con el medio ambiente. Los HE comprenden un grupo amplio de hongos que infectan a insectos y ácaros por contacto. Los insectos pueden ser infectados por el contacto directo de los hongos o por transmisión horizontal entre insectos enfermos y sanos. Estas características de los hongos entomopatógenos los hacen ideales para el control microbiano de los picudos.

Uno de los primeros pasos para el desarrollo de agentes de control microbiano de plagas es la búsqueda de cepas nativas de los hongos entomopatógenos.  La colecta de insectos micosados (picudos con presencia de hongos) y suelo de los agroecosistemas donde se encuentran los picudos son la principal fuente de los agentes de control biológico. En la subsede Zapopan del CIATEJ, se han aislado a los hongos entomopatógenos  Beauveria bassiana y Metarhizium anisoplie de los suelos de las zonas de cultivo de agave y cocotero. Por otra parte, las cepas se han probado sobre los adultos de los picudos, y uno de los resultados interesantes es que cuando se aplican los conidios (unidad infectiva de los HE) sobre hembras y machos, los hongos matan ambos sexos. En general, se sabe que las hembras son más resistentes tanto a los insecticidas como a los entomopatógenos. Sin embargo, las cepas que se han probado matan por igual a hembras y machos. De las cepas de los HE probadas sobre los picudos se ha encontrado que Beauveria bassiana tiene un buen control sobre el picudo del agave y Metarhizium anisopliae sobre el picudo del cocotero. 

Por último, los hongos entomopatógenos son agentes de control biológico que tienen la capacidad de regular las poblaciones de los picudos. Además, juntando los HE con los otros métodos de control se llegaría a un manejo integrado de las poblaciones de los insectos y se reducirían las pérdidas económicas y en el rendimiento de los cultivos de agave y cocotero.

Citas

SIAP.2019. Estadísticas de área cultivada con agave y cocotero.  http://infosiap.siap.gob.mx:8080/agricola_siap_gobmx/AvanceNacionalSinPrograma.do