IBQ. Grecia Vanessa Serrano Buenrostro (estudiante Maestría)
Dr. Néstor Emmanuel Díaz Martínez
Laboratorio de Reprogramación Celular y Bioingeniería de Tejidos
Centro de Investigación y Asistencia en Tecnología y Diseño del Estado de Jalisco AC (CIATEJ)

Actualmente como sociedad estamos viviendo una gran crisis de calidad en los alimentos. Tenemos tantos alimentos ultraprocesados muy pobres nutricionalmente, pero que aportan una cantidad excesiva de calorías al cuerpo. La facilidad de obtención de estos alimentos y sus bajos precios han hecho que vivamos un cambio conductual en la alimentación; hemos pasado de tener una dieta basada en plantas y cereales, a tener una dieta basada en el consumo de comida rápida y alimentos procesados. El consumo desmedido de estos alimentos con una vida sedentaria puede desencadenar problemas en la salud como el sobrepeso y obesidad.

La Organización Mundial de la Salud define el sobrepeso como una acumulación excesiva de grasa en el cuerpo que llega a ser perjudicial para la salud. Hoy en día hay un gran número de personas que sufren de estas enfermedades, mundialmente el 39% de la población adulta tiene sobrepeso; en México el problema es aún mayor, ya que la cifra aumenta al 75%. Desafortunadamente, los números son tan altos que esta enfermedad ya es considerada una pandemia mundial.

El núcleo de esta enfermedad es el tejido adiposo, que es el tejido encargado del almacenamiento de energía gracias a los adipocitos (células del tejido adiposo), los cuales almacenan la grasa como una reserva para cuando el cuerpo requiera energía. Así mismo, cuando hay una gran acumulación de grasa en el tejido adiposo, el cuerpo tiene una respuesta inflamatoria en la cual se liberan algunas citosinas (moléculas que promueven la inflamación), y como resultado de esta inflamación, los adipocitos mueren. La muerte de éstas células, impide que el tejido adiposo realice correctamente su función de almacenamiento de grasa, por lo que la grasa se acumula en otros lugares del cuerpo como el hígado. Como resultado, se da lugar al desarrollo de nuevas enfermedades relacionadas con el sobrepeso y obesidad como el hígado graso, diabetes, entre otras; en consecuencia, la calidad de vida de las personas se ve severamente afectada.

Para poder combatir esta problemática mundial, los científicos se han enfocado en la búsqueda de moléculas que puedan disminuir o evitar la inflación en el tejido adiposo. ¡Y una fuente prometedora de moléculas antiinflamatorias son las frutas y verduras!, ya que son ricas en flavonoides.

Pero ¿Habías escuchado alguna vez de los flavonoides?, los flavonoides son pigmentos naturales presentes en las plantas, se encuentran en vegetales, semillas y frutas. Estos compuestos no tienen valor energético, por lo que en un principio se creyó que no tenían ningún efecto en la salud, más tarde se demostró los flavonoides tienen múltiples beneficios a la salud gracias a sus efectos antiinflamatorio y antiobesidad.

Para estudiar estos efectos, los científicos han creado modelos in vitro; es decir para medir el efecto antiinflamatorio u antiobesidad, se cultivan adipocitos a los cuales se les induce la inflamación, y se les agrega el flavonoide de estudio; posterior a ello se monitorea si hay una disminución en citocinas inflamatorias o la acumulación de lipidos en las células.

Como resultado de estas investigaciones, la quercetina (uno de los flavonoides más estudiados), en estudios de su efecto antiobesidad, se observó que de forma individual puede reducir la acumulación de grasa en adipocitos, sin embargo, en conjunto con otros tipos de flavonoides, ¡Puede reducir la acumulación de grasa considerablemente! Con lo anterior, es de suma importancia realizar estudios sobre los efectos de los distintos tipos de flavonoides presentes en las plantas, así como de sus combinaciones.

Por eso, en nuestro Laboratorio de Reprogramación Celular y Bioingeniería de Tejidos ubicado en el Centro de Investigación y Asistencia en Tecnología y Diseño del Estado de Jalisco AC (CIATEJ), buscamos estudiar los efectos que tienen los distintos tipos de flavonoides a nivel celular; y, de esta manera revalorizar los frutos, vegetales y plantas comestibles del país para promover una alimentación más saludable. Nuestro campo de trabajo es el área de la salud y realizamos muchas de nuestras investigaciones con modelos in vitro de cultivos celulares, técnicas de microscopía para observar y monitorear el comportamiento de las células y técnicas moleculares para detectar cambios en las células que no pueden ser observados. Nuestros principales intereses son realizar investigaciones que aporten beneficios a la salud y a la sociedad, y, dar a conocer los resultados de estas investigaciones.

Aún queda mucho por conocer sobre los beneficios de los flavonoides en las frutas y verduras, pero consumirlas siempre tendrá un efecto beneficioso sobre la salud, ya que, además de ser refrescantes y deliciosas, aportan muchos nutrientes como vitaminas, minerales, flavonoides, fibra y su contenido calórico es bajo. Con todo lo anterior, debemos volver a nuestras raíces, a las comidas que nuestros abuelos con amor preparaban, comidas donde no faltaban alimentos cocinados en casa con muchos frutos y vegetales de temporada, donde el maíz y el frijol no faltaban en la mesa; aquellos tiempos cuando si entre comidas teníamos un poco de hambre, optábamos por comer un trozo de piña, sandía o cualquier fruto que hubiera en casa. Así que, como nos decían nuestros padres desde que éramos niños, ¡comamos más frutas y verduras!