Por: Alan Heinze, Ma. de Lourdes González Gallegos y Sandra Ivonne Trinidad Cuervo

El “Festival de maíces criollos de la Sierra Occidental” se celebró el pasado 9 de octubre de 2022 en la Casa de la Cultura y Auditorio de Talpa de Allende, Jalisco. Como su nombre lo indica, el evento público tuvo el propósito de reconocer, rescatar y valorar el cultivo de maíces criollos de la Sierra Occidental de Jalisco, una región que con el paso del tiempo ha perdido gran parte de su diversidad agrícola y sus cultivos tradicionales. Dos estudiantes del Programa Interinstitucional de Especialidad en Soberanías Alimentarias y Gestión de Incidencia Local Estratégica de CIATEJ - CONACYT, la Lic. Ma. de Lourdes González Gallegos y la Biól. Sandra Ivonne Trinidad Cuervo, se dieron a la tarea de organizar el festival y promover la vinculación entre los asistentes: productores/as, comerciantes locales de productos elaborados a base de maíz, promotores de agroecología, organizaciones y asociaciones (civiles y gubernamentales), estudiantes y el público en general. Durante el día hubo charlas, exposiciones y mesas de trabajo sobre temas de producción agroecológica, soberanía alimentaria y la conservación de la agrobiodiversidad, la cual se puede entender como la diversidad de plantas, hongos, insectos, animales y demás organismos que se cultivan y domestican para nuestra alimentación.

Se abrieron distintos espacios de diálogo e intercambio de saberes durante el festival, con el propósito de que tanto las personas que expusieron como las/los asistentes al evento pudieran conversar y discutir sobre temas de interés común. Surgieron muchas inquietudes sobre prácticas concretas de manejo agroecológico, tales como estrategias alternativas al uso de la quema agrícola, el manejo de hierbas no deseadas (o “malezas”) en la parcela, la diversificación de productos elaborados con maíz, la conservación de semillas y la elaboración de bioinsumos agrícolas, particularmente abonos para mejorar la fertilidad del suelo. Uno de los representantes de la Casa del Maíz de San Juan Evangelista en Tlajomulco, el maestro Ezequiel Cárdenas Rodríguez (también estudiante de la Especialidad), así como integrantes del grupo de producción local “Bioinsumos Talpa” tuvieron la oportunidad para intercambiar sus experiencias con el público y los demás productores. A su vez, se conformaron mesas de trabajo en grupos de 10-12 personas para discutir sobre la pérdida actual de la agrobiodiversidad, su importancia para nuestra salud y bienestar, y las estrategias para su cuidado y fomento. Una conclusión en común de las distintas mesas de trabajo fue que festivales como este son esenciales no solo para convivir y festejar, sino también para reforzar la cultura y gastronomía tradicional, y por lo tanto también la agrobiodiversidad.

A la par de estos espacios de diálogo, se realizó una hermosa exposición de maíces criollos de la región, lo que figuró como uno de los puntos destacados del festival. Se instaló una mesa larga repleta de mazorcas y granos de maíz, correctamente etiquetados con su procedencia, la variedad y nombre del productor/a, así como un mapa de la distribución de los maíces. Esta exposición fue el resultado del trabajo de investigación de las estudiantes sobre la biodiversidad de maíces en cinco municipios de la Región Costa–Sierra Occidental de Jalisco: Guachinango, Mascota, Mixtlán, San Sebastián del Oeste y Talpa de Allende. Los maíces criollos se distinguen por ser variedades cultivadas, reproducidas y adaptadas a las condiciones locales por los mismos agricultores, generación tras generación, y son de gran importancia pues mantienen la enorme diversidad biológica-genética, agrícola y cultural del territorio. La exposición fue también un reconocimiento a estos productores/as, quienes por medio de su trabajo no solo producen sino resguardan y conservan nuestro patrimonio biocultural.

En la exposición se identificaron y presentaron 17 variedades de maíces criollos de la región, y también se mostraron muchas de las variedades que conserva la Casa del Maíz de Tlajomulco. Para promover la agrobiodiversidad y el intercambio de semillas, se ofrecieron los granos de estos maíces criollos a todo el público, un gesto muy generoso por parte de sus custodios. Para finalizar el festival, se acordó continuar con el mapeo y cuidado de los maíces criollos de la región, así como vincular con más productores/as y fortalecer la red de guardianes/as de semillas. Todas las personas presentes reconocieron el valor de la agrobiodiversidad, aquella que nace del encuentro entre la diversidad biológica y cultural de una región, y en especial de nuestros maíces que son la base de nuestra cultura y alimentación. ¡Qué mejor que un pozole para reafirmar y celebrar!