A diferencia de otros países del continente americano que cuentan con inmensas superficies lacustres como la de los Grandes Lagos de Canadá y Estados Unidos (244,106 km2), el lago Cocibolca (8,264 km2) de Nicaragua, o el lago Titicaca de Perú y Bolivia (8,372 km2), México es un país con una modesta superficie lacustre que alcanza en total aproximadamente 1,692 km2 con una capacidad de almacenamiento de 2,284 millones de metros cúbicos. Entre estos lagos destacan el de Chapala, Cuitzeo, Pátzcuaro, Yuriria, Catemaco, Tequesquitengo, y Nabor Carrillo. En nuestro país el lago de Chapala es el cuerpo de agua natural más grande de los lagos interiores de México con una superficie de 1,116 km2, una capacidad de almacenamiento de 8,126 millones de metros cúbicos y una profundidad que oscila entre los cuatro y seis metros, su importancia radica en que constituye una de las fuentes principales para el abastecimiento de la Zona Metropolitana de Guadalajara.

Desafortunadamente la mayoría de estos lagos enfrentan hoy en día diversos problemas derivados de la contaminación causada por las actividades humanas. Con el crecimiento de la población y la concentración de esta en las ciudades, hoy en día las descargas de aguas residuales municipales e industriales sin tratamiento o con un tratamiento deficiente, que termina por no cumplir con las regulaciones ambientales, se han convertido en una de las principales causas de la contaminación de los ríos y lagos del país. Entre los temas de preocupación de estos lagos se encuentra la contaminación que sufren derivada del exceso de materia orgánica, la presencia de patógenos arrastrados por los desechos animales y humanos, el exceso de nutrientes, la presencia de metales pesados, la presencia de compuestos orgánicos tóxicos y el incremento paulatino de partículas sólidas. Adicional a ello es común ver cantidades importantes de basura y residuos urbanos flotando en el agua.

El origen de estos contaminantes son las descargas directas de aguas residuales municipales e industriales sin tratamiento o a través de plantas de tratamiento que no operan satisfactoriamente, la deforestación de los bosques y los cambios en el uso del suelo que favorecen actividades agrícolas que ocasionan erosión y arrastre de los sólidos a través de los arroyos y ríos incrementando con ello la presencia de partículas sólidas y de nutrientes en el suelo. Por otra parte, las actividades agrícolas, que se llevan a cabo en las diferentes regiones del país, hacen uso de grandes volúmenes de agua para riego, el agua que no se usa por las plantas escurre a través de los drenes agrícolas arrastrando una cantidad importante de fertilizantes y compuestos agroquímicos tóxicos que fueron usados en exceso y como consecuencia llegan a los ríos y arroyos con el riesgo de ser bioacumulados por las especies acuáticas y terrestres potenciando con ello la incidencia de problemas de salud de las personas derivados de la presencia de estos compuestos en la cadena alimenticia.

Algunos de los impactos de la contaminación sobre los ecosistemas de agua dulce son visibles hoy en día: pérdida acelerada de especies endémicas de agua dulce, disminución de las poblaciones de peces, aves y de especies terrestres, proliferación de malezas acuáticas, cambio en el color del agua a un agua verdosa o verde intenso debido a la abundante presencia de algas cianofitas  (eutrofización), incremento de casos de enfermedades causadas por el contacto directo o indirecto de la población con el agua contaminada, pérdida de la belleza escénica del entorno, y pérdida del valor intrínseco de los lagos como recurso natural.

Por otra parte, estos lagos que antaño eran un remanso para la recreación y descanso de los visitantes, en la actualidad quienes se dedican a la pesca comercial y al fomento de las actividades turísticas y recreativas enfrentan actualmente pérdidas económicas importantes derivadas de la falta de interés por visitar estos lugares debido a que los valores ecológicos y estéticos del lugar hoy en día ya no están presentes.

Algunas de las estrategias que se han llevado a cabo en países en donde se han ido restaurando los lagos que en el pasado sufrieron procesos de contaminación, se describen a continuación:

Estrategias organizacionales:

1. Implementación de estrategias planificación ambiental a nivel de las cuencas hidrológicas en donde se localizan los lagos orientadas a controlar las fuentes de contaminación.
    
2. Involucramiento de la academia para el desarrollo de las herramientas de planificación basadas en la aplicación de los sistemas de información geográfico.
    
3. Implementación de programas de información y educación a las comunidades del lago relacionados con la conservación de los lagos.
    
4. Involucramiento de la sociedad en las actividades de planificación.
    
5. Establecimiento de campañas regulares de monitoreo de la calidad de los cuerpos de agua a fin de detectar problemas de contaminación e informar a las autoridades.
    
6. Establecimiento de acuerdos entre el gobierno, la sociedad civil y la academia para el manejo sustentable de los lagos.
    
7. Establecimiento de políticas públicas que favorezcan la conservación de los bosques en la cuenca del lago y favorezcan los usos de suelo compatibles con los valores intrínsecos del lago.

Estrategias de saneamiento fuera del lago:

1. Control de fuentes puntuales y difusas de contaminación al lago.
    
2. Favorecer el tratamiento descentralizado de las aguas residuales municipales en la cuenca.
    
3. Favorecer la reutilización de las aguas residuales tratadas en actividades productivas dentro de la cuenca.
    
4. Implementación del tratamiento terciario en las plantas de tratamiento de aguas residuales municipales que descarguen directamente al lago.
    
5. Vigilancia en el cumplimento normativo del vertido de las aguas residuales industriales.
    
6. Control de vertederos clandestinos de residuos urbanos.
    
7. Control de los lixiviados generados en los vertederos de basura municipal.
    
8. Mejora de las prácticas agrícolas a fin de evitar el exceso de fertilizantes y de compuestos agroquímicos tóxicos al medio ambiente.
    
9. Implementar programas permanentes de reforestación de las partes altas y medias de la cuenca.
    
10. Restauración de los suelos erosionados.
     
11. Restauración de los cauces de los ríos que alimentan al lago.

Estrategias de saneamiento en el lago:

1. Remoción de malezas acuáticas en exceso (se considera que deben ocupar como máximo un 10% de la superficie total del lago).
    
2. Tratamiento fuera del lago de las malezas acuáticas removidas (p. ej. composteo).
    
3. Dragado de sedimentos contaminados mediante bombas de succión.
    
4. Disposición de sedimentos dragados en sitios adecuados para su manejo y disposición.
    
5. Restauración de las zonas ribereñas del lago a fin de favorecer el crecimiento de vegetación y creación de hábitat para las especies de aves acuáticas endémicas y migratorias.
    
6. Favorecer las medidas de conservación de las especies acuáticas comerciales y no-comerciales en el lago.
    

Es claro que el saneamiento de los lagos no es un objetivo que se cumple en el corto plazo, se requiere de la suma de voluntades y capacidades para lograr paulatinamente como resultado lagos saneados en donde los visitantes se sientan seguros al practicar las actividades de pesca, canotaje, senderismo, avistamiento de aves, entre otras múltiples actividades recreativas. Es un proceso en donde la información y la educación compartida con las comunidades despierte interés por lograr un entorno amigable con el medio ambiente y dignifique la vida de sus habitantes.